La tecnología, como herramienta que es, no es mala, es el uso que se puede hacer de ella lo que puede ser malo. Y cuando juntamos tecnología con menores de edad ya sabemos que pasa, o por lo menos nos imaginamos lo que podría llegar a pasar por unos cuantos que lo usan mal. Pero mentes que absorben lo que hacen sus compañeros como algo que hay que imitar sin pensar que esté bien o mal en ocasiones no son conscientes de lo que una herramienta puede hacer.
Esta es la carta/contrato que Janelle Hofmann le dio a su hijo de 13 años si quería usar su nuevo iPhone (original en su blog, aunque ahora mismo caído).
- Es mi teléfono. Lo compré. Pago por él. Te lo estoy prestando. ¿no soy la mejor?
- Siempre sabré la contraseña.
- Si suena, contesta. Es un teléfono. Di hola, usa tus modales. Nunca ignores una llamada de teléfono si el nombre es “mamá” o “papá”. Nunca.
- Entrega el teléfono a uno de tus padres a las 7.30 pm de cada noche de escuela y fin de semana a las 9:00 pm. Se apaga por la noche y se encenderá a las 7:30 am. Si no llamarías a alguien a su teléfono fijo, en el que sus padres pueden responder primero, entonces no llames o mandes un mensaje. Escucha tus instintos y respeta a otras familias como nos gustaría ser respetados.
- No se va contigo a la escuela. Ten una conversación con las personas a las que mandas mensajes en persona. Es una habilidad vital.
- Si cae al inodoro, se quiebra al caerse, o se desvanece en el aire, eres responsable por los costes de reemplazo o reparaciones. Corta el césped, cuida niños, guarda el dinero de tu cumpleaños. Pasará, debes estar preparado.
- No uses esta tecnología para mentir, burlar o engañar a otro ser humano. No te involucres en conversaciones que son dañinas para los demás. Se un buen amigo o manténte fuera de la línea de fuego.
- No envíes mensajes, email, o para decir cualquier cosa que no dirías en persona.
- No envíes mensajes, email, o para decir cualquier cosa a alguien que no le dirías en voz alta con sus padres delante. Censúrate a ti mismo.
- Nada de porno. Usa la web para buscar información que abiertamente compartirías conmigo. Si tienes alguna duda acerca de lo que sea, pregunta a una persona - preferentemente a mi o a tu padre.
- Apágalo, siléncialo, guarda en público. Especialmente en un restaurante, en el cine, o al hablar a otra persona. No eres una persona grosera; no permitas que el iPhone cambie eso.
- No envíes o recibas imágenes de tus partes intimas o de otra persona. No te rías. Algún día estarás tentado de hacerlo a pesar de tu inteligencia. Es arriesgado y podría arruinar tu adolescencia/vida universitaria/vida adulta. Es siempre una mala idea. El ciberespacio es vasto y más poderoso que tú. Y es difícil hacer desaparecer algo de tal magnitud - incluyendo una mala reputación.
- No hagas un trillón de fotos y vídeos. No hay necesidad de documentar todo. Vive tus experiencias. Se almacenarán en tu memoria para siempre.
- Deja tu teléfono en casa algunas veces y siéntete seguro de esta decisión. No está vivo ni es una extensión de ti. Aprende a vivir sin él. Se más grande y poderoso que el miedo a perderse algo.
- Descarga música que sea nueva o clásica o diferente a la escuchan millones de tus compañeros. Tu generación tiene acceso a música como nunca antes en la historia. Aprovéchate de este regalo. Amplia tus horizontes.
- Juega con palabras o puzzles o acertijos de vez en cuando.
- Mantén tu vista arriba. Mira el mundo pasar a tu alrededor. Mira por una ventana. Escucha los pájaros. Da un paseo. Habla a un extraño. Pregúntante sin googlear.
- La pifiarás. Te quitaré el teléfono. Nos sentaremos y hablaremos sobre ello. Volveremos a empezar. Tú y yo, siempre estamos aprendiendo. Estoy de tu parte. Estamos en esto juntos.